El Club de Jóvenes Investigadores en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL es un semillero de proyectos que lo mismo se han presentado en México, que en Suecia, Emiratos Árabes Unidos y España. Algunos de ellos están en preparatoria, la gran mayoría estudia su carrera profesional en diferentes semestres, pero estos chicos son ya figuras de la ciencia.
UANL: Semillero de Proyectos con Alcance Global
Su pequeño club, “Jóvenes Investigadores”, dentro de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL, se ha convertido en un semillero de ideas para mejorar el mundo, y una plataforma en la que las desarrollan para llevarlas lo más lejos posible. Tan lejos como la misma ceremonia de Premios Nobel.
Representación Internacional de los Estudiantes
En los primeros días de diciembre, Raúl Acosta Murillo acudió al Stockholm International Youth Science Seminar, un evento paralelo a la semana del Nobel, luego de ser seleccionado por ExpoCiencias nacional para representar a México con su investigación “Una vacuna para prevenir el dengue”. Por los mismos días, en Salamanca, España, Leonardo Uriel González Garza y Baruch Sebastián Pérez Villanueva presentaron en el 39º Encuentro de Jóvenes Investigadores su proyecto “Synbiofoam”, una alternativa ecológica de espuma contra incendios forestales. Casi al mismo tiempo, en Dubai, el proyecto “BactAir: Sistema biológico de detección y degradación de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs) en el Medio Ambiente”, desarrollado también dentro del club, se presentaba en un evento dentro de la COP28, el máximo encuentro mundial ante el cambio climático.
La Clave del Éxito: Pasión y Orientación
¿Cuál es la clave para que proyectos de chicos que aún son alumnos lleguen tan lejos? El doctor Heber Miguel Torres Cordero, investigador y fundador de este club, explica que una vez que los chicos tienen una idea que les apasiona, el resto es sólo guiarlos. Para estar mejor preparado en este trabajo con jóvenes, Torres Cordero estudió un doctorado en Filosofía con Orientación en Comunicación e Innovación Educativa, especializándose en la divulgación y la educación científica en los niveles de bachillerato y licenciatura.
Un Espacio Extracurricular para la Innovación
El Club de Jóvenes Investigadores es un espacio extracurricular. Quienes asisten lo hacen voluntariamente, atraídos por las infinitas posibilidades de la ciencia, no en busca de una calificación. La iniciativa comenzó en la preparatoria CIDEB, después se movió a la Facultad de Ciencias Biológicas, y ahora el club incluye a chicos de la Preparatoria 2, en la que Torres Cordero también es profesor.
Compromiso Social y Desarrollo de Soluciones Locales
En este club, la ciencia no está en el encierro, al contrario, sale a la comunidad. Uno de sus principios es proponer investigaciones que den soluciones a problemas de la Ciudad. Han desarrollado propuestas contra la contaminación de metales pesados en el Río San Juan, también para combatir los incendios forestales, la contaminación atmosférica o la misma vacuna para prevenir el dengue.
Uso Innovador de la Biología Sintética
En realidad, este club es de proyectos basados en biología sintética. “La biología sintética te ayuda a generar sistemas biológicos que no existen en la naturaleza, a partir de lo que ya existe”, explica Jared Verdeja, uno de los miembros destacados.
Éxito Internacional a Temprana Edad
Daniela Marysol Chávez Cruz, Frida Ramírez Lozano, Santiago Andrés Guajardo Chúlez, Camila Janeth Rodríguez Cedillo y Andrés Leonardo López Colunga, tienen apenas 16 años, pero su trabajo ya llegó a Dubai. El año pasado ingresaron al Club de Jóvenes Investigadores gracias a que Torres Cordero es su profesor en la Preparatoria 2. A través de talleres y prácticas en el laboratorio, los chicos decidieron trabajar un proyecto para frenar la contaminación del aire en Monterrey. Por ser menores de edad, no pudieron viajar a presentarlo. En su representación fue el doctor Torres Cordero.
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