Durante el año 2024, el Gobierno del Estado de Nuevo León encabezó la lista nacional de entidades con mayor sobregiro en gasto destinado a nómina, según reveló el más reciente informe de la asociación civil Política Colectiva, titulado Ojos al Gasto. De acuerdo con el análisis basado en datos oficiales de recaudación y erogación estatal, Samuel derrocha 26 mil 934 millones de pesos a servicios personales, lo que representa un 16.2 por ciento más de lo aprobado originalmente en el presupuesto para Nuevo León.
Esta cifra coloca a Nuevo León como el estado con el mayor incremento porcentual en este rubro a nivel nacional, por encima de las demás 31 entidades federativas. Aunque en términos proporcionales se ubicó en el lugar 17 en cuanto a inversión en nómina respecto al total de su presupuesto, el sobregasto evidencia una clara desviación en el control financiero de presupuesto para Nuevo León.

Aumento sin autorización presupuestal
El análisis detalla que esta desviación se da en un contexto político atípico: el gobernador Samuel García no envió al Congreso local el Paquete Fiscal 2024 para su análisis y aprobación, como establece la norma. En su lugar, decidió reconducir el presupuesto del año anterior, correspondiente a 2023, lo que provocó un escenario de gasto sin ajustes formales ante el nuevo ejercicio fiscal.
Durante 2023, el gasto en servicios personales ascendió a 24 mil 331 millones de pesos. En 2024, esta cifra se disparó a 26 mil 934 millones, un incremento del 11 por ciento en términos nominales. La asociación advierte que esta situación evidencia la falta de mecanismos efectivos de control y vigilancia sobre el uso del presupuesto estatal, y subraya la urgencia de revisar los procesos de fiscalización del gasto gubernamental.
Samuel derrocha en sus servicios personales y publicidad
Además del aumento en nómina, el informe de Política Colectiva destaca que el gasto en publicidad también se salió de control. La administración estatal destinó 561 millones de pesos a comunicación social, lo que equivale a un sobreejercicio de casi 117 por ciento respecto a lo aprobado.
Este gasto en medios, uno de los más controvertidos en cualquier administración pública, suele estar sujeto a críticas por su uso político más que informativo. Según el informe, el presupuesto destinado a publicidad no siempre responde a estrategias de comunicación institucional que favorezcan la transparencia o el derecho a la información, sino a la promoción de la imagen personal de funcionarios públicos, una práctica que, si bien no es nueva, ha sido particularmente visible en la gestión del gobernador emecista.
Nuevo León es el que más pierde
Mientras el gasto en sueldos y publicidad aumentó significativamente, la inversión pública sufrió un fuerte recorte. Según el análisis, el Estado apenas destinó 5 mil 346 millones de pesos a proyectos de infraestructura, cuando el presupuesto aprobado para este rubro era de 13 mil 666 millones. Esto representa un recorte del 60 por ciento, que impacta directamente en la ejecución de obra pública en Nuevo León.
Este dato contradice las promesas del propio gobernador, quien había asegurado que la reconducción presupuestal no afectaría los planes de inversión. Sin embargo, el resultado fue todo lo contrario: la infraestructura, uno de los motores del desarrollo estatal, fue relegada a un segundo plano, mientras se incrementaban otras partidas de gasto corriente.
EL NORTE ya había adelantado esta caída en el presupuesto de inversión en marzo pasado, advirtiendo que los compromisos de obra pública del gobierno estatal estaban siendo sacrificados ante la falta de un plan financiero actualizado y aprobado por el Congreso.
El informe de Política Colectiva abre una nueva discusión sobre la gestión de los recursos en Nuevo León y los efectos de una administración que ha optado por manejar el presupuesto sin diálogo con el Poder Legislativo. Mientras el gobierno estatal continúa promoviendo su narrativa de eficiencia y crecimiento, los datos muestran un uso cuestionable de los fondos públicos, especialmente en momentos donde sectores clave, como la obra pública, muestran rezagos críticos.
Array